AFIRMAR LA NACIÓN, TRANSFORMAR EL ESTADO Propuesta nacionalista El Partido Nacionalista pone a consideración de las fuerzas sociales y políticas democráticas, nacionalistas, de izquierda y progresistas en general, la siguiente propuesta programática, como aporte para forjar la más amplia unidad de cara a las elecciones generales de abril del 2011. La Gran Transformación que el país necesita, surge y se sustenta en la capacidad creativa del pueblo peruano que en estos años ha demostrado un espíritu democrático, emprendedor y laborioso en búsqueda del progreso, la justicia y la igualdad. Para ello proponemos: |
10 Puntos Programaticos
1. Renovación política democrática. Una profunda renovación de la política que exprese a una sociedad plural, multicultural y pluriétnica, como base para construir un país más justo. Esta renovación se plasmará en una Nueva Constitución que sirva como herramienta para la construcción del Estado Nacional, diseñando una democracia donde participen y se sientan representados todas y todos los ciudadanos y pueblos del Perú.
2. Economía nacional de mercado. Un nuevo modelo de desarrollo de economía nacional de mercado, equitativo, incluyente y sostenible, que desarrolle nuestros mercados internos para integrarnos como país y articularnos competitivamente al mundo. En este marco, proponemos una política agraria de soberanía y seguridad alimentaria que permita la adecuada nutrición de los peruanos. Para que esto sea posible, promoveremos una reforma tributaria democrática, donde las contribuciones sean directamente proporcionales a los ingresos. Apoyaremos, asimismo, las inversiones, nacionales o extranjeras, que respeten los derechos de los trabajadores, el medio ambiente y paguen sus impuestos.
3. Erradicación de la corrupción. El combate a fondo contra la corrupción que no es solo un problema de conductas sino también de identidad con el Perú y su destino. La corrupción corroe a las instituciones y se ha convertido en una forma de gobierno para defender y promover intereses privados. Erradicar este mal nos permitirá concretar la promesa de la vida peruana, de un porvenir con libertad y bienestar.
4. Recuperar soberanía sobre los recursos de la nación. La defensa de la soberanía nacional, de nuestro territorio y de nuestros recursos naturales, para que sirvan al desarrollo del Perú y no solo de las grandes empresas. En especial, nos comprometemos a una política de soberanía energética que recupere para el Estado el poder de las decisiones fundamentales en el negocio gasífero. Asimismo, a una respuesta consistente al cambio climático que se convierta en una política de Estado de largo plazo.
5. Descentralización con participación. Una descentralización que haga coincidir al gobierno local y regional con el desarrollo territorial. Para ello promoveremos regiones transversales que sean espacios viables política y económicamente y un efectivo contrapeso al centralismo limeño.
6. Trabajo y pensiones dignas. La promoción del emprendimiento y el trabajo decente para los peruanos que labran el futuro desde todos los rincones de la patria, así como salarios justos y pensiones dignas para una vejez sin sobresaltos.
7. Educación y salud para todos. Sistemas universales, gratuitos y de calidad, en educación y salud, a los cuales tengan acceso todos los peruanos sin discriminación alguna por ingresos o condición social. Nos comprometemos, especialmente, a llevar adelante una revolución educativa que forme personas y ciudadanos con capacidades para producir bienestar. Reconoceremos, asimismo, los derechos de los pueblos indígenas y sus territorios ancestrales.
8. Vida segura. Una política integral de seguridad ciudadana para que todos puedan tener una vida tranquila promoviendo la participación de la población y potenciando la eficiencia de la Policía Nacional. Combatiremos a la delincuencia organizada, en especial al narcotráfico y al terrorismo, que se ciernen como amenazas sobre el Perú.
9. Derechos humanos y paz social. La promoción del diálogo y no de la represión para la canalización de la protesta social que permita alcanzar soluciones compartidas, consensuadas y duraderas, con pleno respeto a los derechos humanos y el objetivo de una paz social de largo plazo.